2 junio, 2020

Es urgente implementar herramientas de ética corporativa en tiempos de pandemia

Implementación de la ética corporativa

El COVID-19 ha cambiado para siempre la forma en que trabajamos; el distanciamiento social, el abrupto cambio hacia el teletrabajo y en muchos casos, la falta de certeza de que nuestro trabajo podrá continuar derivado de la crisis económica, es una combinación que deja a las organizaciones mucho más frágiles en su intento por controlar y gestionar riesgos; por ello, traigo tres sugerencias concretas que pueden apoyar en la ardua labor de prevención ante un escenario tan incierto:

 

  1. Filtros en procesos de selección.

Por definición, un test de honestidad es un test para detectar conductas anti-productivas, conductas que derivan de anteponer el bien individual personal, por encima del bien común y el de los demás, que se manifiestan casi siempre en conductas que exacerban el “Yo” y el egoísmo de la persona. A diferencia de lo que se piensa, no es para “identificar ratas”, esa es sólo la consecuencia de lo anterior.

Un test de tipo psicométrico ayuda para dos cosas:

  • Confirmar lo que conoces de una persona, y/o
  • Descubrir cosas que no conocías de esa persona

Un test de integridad probado, ayuda a reducir el riesgo de ingresar personas potencialmente problemáticas, esto es particularmente importante cuando trabajan a distancia.

El costo de no hacerlo, es que acabemos invirtiendo hasta 4 veces lo perdido por falta de probidad, para separar a esa persona de la empresa.

 

Ética Corporativa en tiempo de pandemia

 

  1. Línea de denuncia

En estas nuevas condiciones de trabajo a distancia, se pierden muchos de los controles que estaban implementados en los lugares de trabajo. De acuerdo con Luis Dantón, abogado especializado en la práctica de cumplimiento de la firma Ritch&Muller, en su exposición sobre los riesgos de Cumplimiento, decía que se estaba viviendo un incremento en la incidencia del fraude, pues ante la duda de la permanencia del empleo, la gente corría más riesgos con tal de “asegurar su futuro” en caso de salida.

De la misma manera, vemos que, aunque la gente está dispuesta a denunciar actos que representan riesgos para la empresa, no tienen los canales para hacerlo, dejando la puerta abierta para el abuso.

El canal de denuncia a través de una app, se vuelve cada día más relevante, los medios de denuncia “in situ”, como las cajas de sugerencias, las denuncias al jefe inmediato y los correos de denuncia que no garantizan el anonimato ni la confidencialidad irán desapareciendo como medio de denuncia.

 

  1. Curso de Ética en línea

Uno de los problemas más comunes de las empresas para reducir riesgos por desconocimiento en temas de ética y cumplimiento de los empleados, es llevar el conocimiento a todos los niveles según se requiera. Los costos, la variedad de cursos, y las limitantes presupuestales llevan a ser selectivos en la capacitación en temas de ética, y a una asignación reducida de cursos a determinados grupos.

Desde el confinamiento, creo que todos hemos experimentado el poder seguir capacitándonos en diversos temas, haciéndonos ver que esta forma de capacitación, no sólo puede ser igual de efectiva, ahorra tiempo, costos y es una tendencia.

Más que nunca, por cuestiones de presupuesto y para mantener la sana distancia, sin que esto repercuta en mayores riesgos para la empresa, la capacitación en temas de ética se debe dar en línea. Ya sean cursos profesionalmente desarrollados o webinars, siempre y cuando proporcionen la evidencia de que la empresa está capacitando a sus colaboradores en temas de ética y cumplimiento.

Las empresas deben aprovechar este tiempo para prepararse de la mejor manera para su futuro, conociendo las limitantes que existen, y conscientes de los riesgos que conlleva el no hacerlo.

Fernando Sentíes
CEO AMITAI

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