La ética es un concepto estrictamente relacionado con el comportamiento humano. Se refiere a los principios y normas bajo los cuales las personas debemos actuar, y abarca todos los aspectos de la vida. La Ética y el cumplimiento en el trabajo son, entonces, elementos indispensables e inseparables para el desarrollo personal dentro de las instituciones.
La ética es, de alguna manera, esa voz en tu interior que te dice que, sin importar las circunstancias, debes hacer lo correcto. Todas las personas, sin importar el nivel que ocupemos dentro de la organización, nos vemos permanentemente enfrentadas a la disyuntiva de hacer o no lo correcto. Actos tan simples como llegar puntuales, cuidar el mobiliario y las herramientas de trabajo o, tan complejos como decidir invertir en tecnologías limpias o disminuir un porcentaje del personal pasan por igual a través del rasero de la ética.
6 conceptos a considerar acerca de la ética
1. El éxito de las organizaciones ocurre a través del tiempo, basado en el hecho de que hacen lo correcto permanentemente. Como es lógico, las empresas operan adecuadamente cuando sus directivos y todos sus colaboradores actúan en concordancia con los principios de la ética. Para que esto ocurra, debe haber una alineación clara de los valores de la organización con los de sus miembros o, de otro modo, ambos tomarán direcciones distintas y los resultados seguramente no serán positivos.
2. Existe una línea fina entre lo correcto y lo conveniente y es indispensable conocer siempre la diferencia. Las decisiones correctas siempre te traerán consecuencias positivas, aunque en lo inmediato te obliguen a realizar algún sacrificio.
3. Faltar a la ética tendrá siempre consecuencias negativas, tanto para quien ejecuta el acto como para su entorno. La falta de ética y la corrupción son conceptos íntimamente ligados entre sí. Según la definición que nos ofrece el diccionario, corrupto significa, entre otras cosas, dañado, perverso o torcido. Es decir, una persona que falta a la ética se desvía de lo que es correcto, normalmente por motivos personales y con pleno conocimiento de causa.
4. La ética no está relacionada con los estudios, de modo que un título otorgado por una institución renombrada no ofrece ninguna garantía en este sentido. Los grados universitarios te brindarán un cúmulo de conocimientos que habrás de aplicar en tu campo de trabajo. La forma en que los apliques determinarán tu desarrollo profesional y personal y, es aquí donde la ética cobra sentido.
5. Una curiosidad de la ética es que refuerza los rasgos de tu personalidad y te hacen ganar valor a tus propios ojos y también a los de los demás. El comportamiento ético es un rasgo de personalidad que manifiestas en cada uno de tus actos y que, de ninguna manera, pasa desapercibido. Te define como una persona íntegra y confiable que sabe ponderar adecuadamente los factores que intervienen en las decisiones.
6. Nada será mejor valorado por tus empleadores que tu integridad. Es un elemento indispensable y que no admite ambigüedades. No se puede ser íntegro para algunas cosas y no serlo en otras, porque es un rasgo de tu carácter adquirido por verdadera convicción.
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Como habrás notado ya, los conocimientos no garantizan el éxito laboral. Es indispensable acompañarlos de un comportamiento no solo adecuado, sino también alineado con los propios valores de la empresa. En este sentido, resulta muy apropiado que los centros de trabajo, grandes o pequeños, se esfuercen por poner en conocimiento de todos sus colaboradores los principios éticos bajo los cuales operan.
Faltar a los principios de la ética, siempre terminará agotando aceleradamente la fuente de riqueza y, por consiguiente, jamás podremos alcanzar el éxito laboral, personal o empresarial sin adoptarlos en nuestra conducta cotidiana.