Si el 98% de las organizaciones en los Estados Unidos tienen una política de acoso sexual, ¿por qué se sigue dando esta situación?
El acoso sexual en Uber y Fox News… parece claro que las políticas no han parado el problema para lo que fueron diseñadas.
La relación entre las políticas y los resultados de acoso sexual según estudios
1er lugar. El acoso sexual está incrustado en la cultura organizacional, cumple una importante función cultural para algunas organizaciones. Y como cualquier ejecutivo que ha tratado de llevar el cambio sabe que la cultura organizacional puede ser inmutable.
2º lugar. Las culturas organizacionales están incrustadas en una cultura nacional más amplia en el que los hombres tradicionalmente se han concedido privilegios sobre las mujeres.
- A las mujeres se les paga menos, independientemente de la educación, calificaciones, o años de servicio.
- Hay más directores generales nombrados en grandes empresas, que CEOs femeninos.
- Centrada la cultura nacional en el hombre, es tan penetrante que incluso muchas mujeres están centradas en el hombre, alineándose con los hombres y la masculinidad de aprovechar el privilegio masculino al intentar (por lo general sin éxito) para evitar el espacio de desventaja que las mujeres ocupan en el lugar de trabajo.
- Significa que tanto hombres como mujeres pueden reaccionar ante el acoso sexual por parte de culpar a otras mujeres para “crear problemas”.
A este pantano plagado de una tensa cultura, llega un documento bien intencionado: la política de acoso sexual
- Aunque la política de acoso esté claramente centrada en los comportamientos de acoso sexual, los participantes afirmaron que la política se centró en las percepciones de comportamientos.
- La política dejó claro que las conductas de acoso eran sin importar tanto al género o la orientación sexual del autor o de destino, los empleados se enfocaron casi exclusivamente en el acoso heterosexual masculino-femenino.
En este escenario algo paranoico pasa:
- Un simple toque en el brazo o un comentario en la apariencia no sexual como “me gusta su peinado”, podría someter a los empleados “inocentes”, generalmente varones heterosexuales, a la persecución conforme a lo estipulado por la política.
- La política de acoso sexual de la organización se percibe como altamente irracional y dirigida a los empleados varones heterosexuales.
Reinterpretar las políticas de acoso sexual, un estudio sugiere un lenguaje muy específico que puede ser útil en políticas de acoso sexual.
Incluir lenguaje culturalmente apropiado y cargado de emoción en las políticas de acoso sexual
La adición de expresiones como “acoso sexual es una forma de comportamiento sexual depredadora en la que una persona se dirige a otros empleados” enmarca el comportamiento de tal manera que las interpretaciones alternativas son más difíciles de crearse.
Términos como “depredadores” en lugar de “autor”, y “objetivo” en lugar de “víctima” puede dar forma a cómo los miembros de la organización interpretan la política. Aunque las políticas tienden a ser despojadas de emociones, es esencial que los creadores de éstas reconozcan que hacerlas es una de las actividades más cargadas de emoción. El acoso sexual es un tema tan cargado emocionalmente, que la creación de políticas de acoso sexual se vuelve aún más difícil.
Políticas de acoso sexual deben incluir intervenciones de terceros como una respuesta necesaria a la conducta sexual depredadora
- Si alguien reporta el comportamiento, entonces es probable que sea visto con recelo por sus colegas, y con frecuencia se vuelve socialmente aislado de sus compañeros de trabajo.
- Por otro lado, si no informan del acoso sexual, entonces es probable que continúe sin cesar, creando un daño para el empleado apuntado.
- La obligatoriedad de intervención de los espectadores puede aliviar el blanco de su entera responsabilidad de informar y detener el comportamiento sexual, por lo tanto pone la responsabilidad de crear una cultura organizacional saludable en todos los miembros de la organización.
El acoso sexual es complicado
- Si se tratara de un simple problema que involucra sólo a dos personas, lo habríamos resuelto ya. Sin embargo, el acoso sexual es un proceso complicado porque el problema está arraigado. La política, no importa qué tan bien elaborado esté, evitará que el acoso sexual se dé por sí mismo aunque no necesariamente vaya a cambiar una cultura de acoso sexual.
- La política es un primer paso que debe ser seguido por la formación persistente, una voluntad de escuchar a los objetivos, y la disposición para despedir a los empleados que se aprovechan sexualmente de otros empleados – independientemente de cuán importante sea el depredador en la organización.
Fuente: SHRM