Se sabe que en una empresa las irregularidades pueden aparecer. Tanto los casos de corrupción como los de fraude son parte de estas irregularidades, las cuales afectan de manera negativa en el ambiente interno de la organización que sufre estos problemas.
Por tanto, lo mejor es que exista un medio de protección ante estos inconvenientes. La línea ética o de denuncia es la manera en la que se consigue este objetivo.
La responsabilidad de las empresas ante la aparición de irregularidades
Imaginemos por un momento que un miembro de la organización realiza un acto que viola uno de los principios establecidos por la empresa. Lo normal sería que el testigo del hecho de inmediato lo reporte para darle solución al caso.
Sin embargo, ¿a quién debe reportárselo? Y lo más importante, ¿qué consecuencias podría traer el dar a luz este problema? ¿Estará seguro el denunciante de una posible represalia en un futuro?
Todas estas incógnitas se resuelven con la línea ética empresarial. Este mecanismo tiene el objetivo de garantizar la seguridad de los que dan a conocer este tipo de incumplimientos, ya que se pueden hacer de manera anónima.
La empresa tiene una responsabilidad muy grande para el manejo de estas líneas, lo que hace recomendable que se capacite al personal para que desempeñe este cargo que hoy en día es indispensable para la prosperidad organizacional.
Al mismo tiempo, es fundamental la formación de una cultura de transparencia en la que los miembros sientan esa confianza que les incite a compartir toda la información sobre las irregularidades. Es decir, lograr que adquieran un sentido de compromiso con los códigos estipulados y a la vez contagien a los demás a tener este compromiso.
El permitir que estas anomalías crezcan y pasen desapercibidas solo traerá consecuencias perjudiciales que, no solo afectarían en el desempeño organizacional, sino que también en el balance emocional de los empleados. Esto se traduce en renuncias, malestar y sensación de agobiamiento en las jornadas de trabajo, por lo que las empresas deben tener conciencia sobre ello.
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Las principales obligaciones de una organización al manejar una línea ética
Las responsabilidades de una empresa ante las violaciones a la moral dentro de la organización se pueden resumir en:
- Proporcionar confianza por medio de las líneas de denuncia: La empresa debe lograr que se reporten todos los desórdenes emergentes a las autoridades organizacionales y proteger a los denunciantes con el anonimato.
- Establecer con claridad los códigos éticos de la organización: Es esencial que se pongan sobre la mesa los puntos más importantes del código ético para que los miembros lo comprendan y posteriormente acoplen una actitud y comportamiento de acuerdo a los lineamientos y principios organizacionales.
- Prestar atención a cada uno de los problemas éticos que surgen sin importar lo pequeño o grande que sean: Dentro de la organización es común que se den irregularidades menores, las cuales en teoría son más fáciles de solucionar. Sin embargo, no por eso se deben de pasar por alto. Es importante que cada caso sea tratado y resuelto, sin importar si es pequeño o grande.
- Formar una cultura organizacional de transparencia: En una cultura donde la honestidad, respeto y compromiso son llevados a cabo, la ética está presente. Los miembros de la organización suelen adoptar comportamientos de acuerdo a lo que les transmite el ambiente de trabajo.
Hoy en día, las empresas deben tener un compromiso muy grande con la moral de sus miembros. Para conseguir que este compromiso sea llevado a la práctica, los gerentes deben buscar que sus trabajadores tengan la confianza e iniciativa para hacer lo correcto y reportar lo que no es correcto.