Las habilidades laborales que dan título a estas líneas son dos de las más apreciadas actualmente dentro del mundo laboral. Ambas cualidades contribuyen de manera esencial a la evolución de la empresa, de sus colaboradores y al cumplimiento de los objetivos generales. Un mayor número de colaboradores creativos y emocionalmente inteligentes permitirá elevar los estándares empresariales y proyectar el negocio a niveles superiores.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Para encontrar su significado, recurriremos al diccionario de la RAE (Real Academia de la Lengua Española) y revisaremos los dos vocablos que la conforman de manera separada.
Inteligencia: Capacidad de entender o comprender. Capacidad de resolver problemas. Acto de entender.
Emoción: Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo.
De ambos significados, podríamos definir a la inteligencia emocional como: «La capacidad de comprender el ánimo propio y el de las personas que nos rodean para actuar en consecuencia».
La inteligencia emocional en el trabajo.
La diferencia entre un ambiente laboral emocionalmente inteligente y uno que no lo es resulta abismal, en especial, cuando es el líder quien carece de esta habilidad. Un líder incapaz de canalizar sus propias emociones de manera adecuada difícilmente tendrá la posibilidad de ganarse el respeto de su grupo para que reciban su guía. Por otra parte, si el líder no puede entender adecuadamente las emociones por las que atraviesan los miembros de su grupo, le será imposible ser empático y, en consecuencia, tampoco será capaz de guiarlos.
La inteligencia emocional es entonces una cualidad que debe ser tan flexible como la vida misma, pues debe adecuarse a cada persona y a cada situación particular. Es importante ser conscientes de que, como cualquier otra habilidad humana, es susceptible de ser desarrollada en las personas, de modo que los departamentos de recursos humanos de las empresas deben conocer y ser conscientes de su trascendencia.
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¿Cómo se define la creatividad?
De nuevo recurriremos al auxilio de la RAE para encontrar su significado y nos remitiremos a la raíz del vocablo.
Crear: Establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurado.
Se puede decir entonces que la creatividad es la cualidad humana que genera ideas o cosas por primera vez. Por extensión, también incluye aquellas ideas que sirven para mejorar lo ya existente o dar usos nuevos a las cosas para obtener mejores o diferentes resultados. La creatividad es la cualidad humana que nos ha permitido el progreso en todos los sentidos.
Siendo esta capacidad una de las bases fundamentales del progreso y el desarrollo, ninguna empresa puede sobrevivir sin al menos algún grado de creatividad. Se puede manifestar de maneras tan diversas como un producto nuevo, una mejor forma de ejecutar un proceso productivo o perfeccionar el sistema de comercialización. La creatividad es necesaria en todos los campos.
Prácticamente todas las personas contamos con cierto nivel de creatividad, sin embargo, el pensamiento creativo es una cualidad que puede ser desarrollada y mejorada. La adquisición de nuevos conocimientos y la capacitación constante son motores que alimentan la creatividad de los individuos que toda empresa debe mantener siempre presentes para evitar el estancamiento.
Posiblemente, lo más importante es reconocer que, la creatividad y la inteligencia emocional son cualidades laborales cuyo límite es desconocido. Si deseamos continuar con la evolución, la permanencia y el crecimiento del individuo, la empresa y la sociedad, debemos fomentar con decisión su desarrollo.
