Acudir todos los días a un centro de trabajo a cumplir una jornada laboral sabiendo siempre qué se tiene qué hacer, cómo se tiene que hacer, cuándo y en compañía de quién, inevitablemente puede lograr que los empleados cundan un poco a la apatía y al desánimo. Para detectar este tipo de patrones de comportamiento puede ayudarte la evaluación de personal.
¿De qué manera puedes calificar a tu personal?
Es normal que una persona, sea cual sea su ocupación, antigüedad o puesto en el organigrama empresarial, presente variaciones a lo largo del tiempo en su compromiso hacia la compañía y en los objetivos que esta persigue. Lo que tienes que evitar, a toda costa, es tener períodos prolongados de falta de atención, esfuerzo y energía. Pues lo anterior provoca una bajada en la calidad del trabajo y en el nivel de productividad.
Para ello, un examen de desempeño aplicado por una agencia competente debe medir los siguientes factores con instrumentos calificados para tal tarea:
- Fortalezas.
- Capacidades.
- Insuficiencias.
- Posibilidades.
- Aptitudes.
- Problemas.
- Grado de integración.
- Estabilidad mental y emocional.
Es importante ejecutar y unir los distintos tipos de exámenes de desempeño laboral que existen. De esta manera tienes una visión amplia, integral y equilibrada del estado general de la compañía en cuanto a su recurso humano.
- Autoevaluación. Cómo nos vemos a nosotros mismos.
- Evaluación por iguales. Cómo nos ven nuestros compañeros de trabajo, con los cuales convivimos diariamente.
- Evaluación realizada por subordinados. Cómo nos ven aquellos compañeros que están bajo nuestro mando.
- Evaluación realizada por superiores. Cómo nos ven aquellos compañeros que nos tienen bajo su mando.
- Evaluación de los clientes. Cómo nos ven las personas que nos contratan para hacer un trabajo.
- Evaluación 360º. Es la visión promedio de todas las evaluaciones anteriores. Es una visión total de la situación laboral.
¿Para qué sirve la valoración oportuna del recurso humano?
El éxito, reputación y estabilidad de una compañía están conformados por el éxito, reputación y estabilidad de cada uno de sus empleados. Una buena gestión, administración y coordinación del recurso humano es lo que permite tomar las mejores decisiones empresariales.
Una valoración de los empleados persigue y cumple los siguientes propósitos:
- Mayor competitividad y eficacia en el trabajo.
- Medir el rendimiento, conducta y obtención de resultados específicos de cada participante.
- Promover a los mejores elementos y colocar en período de prueba a aquellos que no están cumpliendo con sus responsabilidades de forma profesional.
- Detectar problemas, necesidades y factores de riesgo en el centro de trabajo.
- Conocer el ambiente laboral.
- Mejorar las relaciones interpersonales entre los distintos elementos del organigrama.
- Conocer y ampliar el grado de contribución a la compañía de cada integrante de ella.
- Examinar el dominio del puesto de trabajo de cada empleado y su calidad profesional.
- Motivar a los miembros del equipo a superar sus propias expectativas, mostrando cómo pueden generar procesos, conductas y aptitudes más eficientes, productivas y dinámicas.
- Proporcionar a los integrantes formación e información sobre su propio perfil personal y laboral.
- Modificar, ampliar y encauzar las estrategias empresariales.
- Aportar consejos y técnicas de mejora a todo el equipo de trabajo sin hacer distinción por jerarquía.
- El objetivo final es que la persona lo vea como lo que es, un instrumento que le ayuda a hacer mejor su trabajo.
Este tipo de evaluaciones no se deben realizar en una única ocasión ni tampoco hay que dejar pasar grandes intervalos de tiempo entre una y otra inspección. Sino que, para lograr un amplio margen de beneficios, deberías realizarlas de manera periódica.
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