El mercado actual es un campo de gran oferta y demanda, por lo cual todas las empresas tienen que explotar su máximo potencial para distinguirse del resto y lograr el éxito. Una de las claves primordiales del triunfo de tu compañía es su recurso humano. Este debe ser profesional, productivo y, sobre todo, competente. Si quieres conocer sus fortalezas y debilidades, debes realizar una periódica valoración de competencias en tu centro de trabajo.
¿Qué es una competencia?
La RAE define esta palabra como la pericia o la aptitud necesaria para lograr hacer algo. En el mundo laboral, este término hace referencia a un conjunto de cualidades requeridas para desarrollar un trabajo en concreto. Cada puesto dentro de un organigrama varía en cuanto a su complejidad, por lo cual debes garantizar que aquella persona que lo ocupa es la más competente para el cargo. La competencia puede abarcar los siguientes parámetros:
- Habilidad.
- Actitud.
- Destreza.
- Capacidad.
- Comprensión.
- Conocimientos.
Consejos para medir el nivel de productividad del personal
Puedes emplear distintos medios y métodos para lograr conocer qué tan bien o qué tan mal cada trabajador está desempeñando su rol dentro de una institución. No obstante, son cinco los tips primordiales que siempre debes tener en consideración:
1. Conocer cuáles son las competencias que se van a evaluar de forma cuantitativa. Cada empleado es distinto de los demás y cada uno tiene distintas responsabilidades y actividades. Tienes que ajustar cada evaluación al perfil de cada puesto de trabajo. En algunos casos necesitarás calificar la atención al cliente y en otros el nivel de liderazgo.
2. Estipular, comunicar y cumplir una fecha para realizar la tarea. Todo tu personal debe ser consciente de que su trabajo será examinado, el día en que esto va a ocurrir y la persona que será responsable de realizarlo. Con esto, creas una cultura de transparencia y justicia, además de que te ayudará a prevenir pretextos por incumplimiento.
3. Contar con una agencia con amplia trayectoria en el ramo para asegurar el buen funcionamiento de la herramienta.
4. Comunicar la importancia de la valoración a todo el recurso humano. Esto tiene el objetivo de evitar cualquier clase de fama negativa o resistencia a la evaluación por parte del personal. Esta clase de recursos no deben verse como un examen o una inspección que pretende encontrar errores, fallas u omisiones, por el contrario, debe ser comunicada como una herramienta capaz de detectar áreas de oportunidad y debilidades dentro de la empresa para poder modificarlas.
Puedes lograr esto a través de juntas de trabajo y memorandos oficiales donde expliques con claridad que la razón de efectuar una valoración es porque, aunque el trabajo esté muy bien hecho, siempre hay algo que se puede hacer mejor.
5. Dar siempre a conocer los datos individuales de manera personal y los datos generales de forma pública. Cada departamento tendrá su propia valoración y esta debe ser conocida por todo el personal de la empresa. Cada trabajador deberá conocer de forma privada sus propios resultados.
Otra gran recomendación es premiar con algún incentivo las mejores puntuaciones y ofrecer asesoría y apoyo a aquellas personas o departamentos que obtuvieron una puntuación menor. En este segundo escenario es necesario que ofrezcan también un plan de mejora.
Realizar una valoración de las habilidades, actitudes, destrezas, capacidades, comprensión y conocimientos del recurso humano te permite conocer el perfil del trabajador, pero también es una clara muestra del estado general de la compañía. Toda buena administración tiene que saber en qué lugar se encuentra para lograr planificar cómo llegar a donde quiere estar.
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