Si quieres saber cómo prevenir la corrupción, fortalecer la cultura empresarial para alcanzar las metas y objetivos deseados, y saber manejar el factor humano, aquí te contamos algunas pautas que esperamos te sean de utilidad y los puedas poner en práctica.
Valores y ética empresarial
Con el objetivo de evitar la corrupción dentro de las empresas, es necesario tener una cultura que fomente valores como honestidad, compromiso, integridad y transparencia.
Para lograrlo, los directivos y gerentes deben crear actividades que les permitan poner en práctica dichos valores, así como mostrar comportamientos de liderazgo y ser su modelo a seguir.
Esto último es de suma importancia, ya que la principal manera de aprendizaje es a través de la observación, de tal manera que los empleados imitarán (inconscientemente) actitudes y comportamientos.
Código de ética
Es importante mencionar que se debe tener un código de ética en donde se estipulen las conductas que estén permitidas y lo que debe ser evitado. Igualmente, se deben identificar todas las posibles fuentes externas de corrupción para eliminarlas por completo, y de no lograrlo, considerar la opción de contratar asesoría externa que detecte y erradique todas las posibilidades de corrupción.
Cabe destacar que también puede provenir de fuentes internas, de tal manera que es conveniente analizar los procesos de la empresa, y de ser necesario, reestructurarlos.
Factor humano
Por otro lado, en los procesos de selección de personal, se deben analizar minuciosamente los perfiles de los empleados potenciales; de esta manera, se asegura que cumplan con los estándares y personalidades buscados.
Sin embargo, el recurso humano tiende a cometer acciones inmorales, razón por la cual debe ser constantemente estimulado a través de actividades para que se mantenga al margen del código de ética.
Así mismo, se les debe capacitar para que sepan cómo reaccionar en caso de ser seducidos al soborno, o “mordidas”, y estar informados de las implicaciones legales que podrían tener. Esto fortalece su sentido de pertenencia a la empresa, lo que a largo plazo representa mayor compromiso y responsabilidad social.
Se deben mantener involucrados en las metas y objetivos empresariales para que sean conscientes del aporte que brinda su trabajo y así evitar que caigan en acciones corruptas, pues les provoca un sentimiento de remordimiento. Es decir, si todos son conscientes de la importancia que tiene su contribución, por iniciativa propia no incurrirán en actitudes corruptas.
Prevención de conflictos
Aunado a esto, anticiparse a conflictos ayuda a prevenir disputas y a establecer estrategias que sirvan para llegar a consensos cuando así sea requerido. Por lo general, son las diferencias entre empleados las que provocan que tengan actitudes corruptas.
Por tanto, se debe buscar el modo de solucionarlas de la mejor manera posible, en la que las partes involucradas puedan beneficiarse de un modo o de otro (win-win).
Monitoreo
Finalmente, es recomendable tener un sistema que permita monitorear los movimientos de los empleados para que se tenga un historial o registro de las acciones que llevan a cabo.
Si a esto le añadimos que esté disponible para todos los colaboradores de una empresa, facilita su control y evita que incurran en comportamientos corruptos, además de que se protege la información y sirve como respaldo o evidencia por si alguien es llevado a juicio.
Entre mejor sea la comunicación interna de una empresa, las probabilidades de cometer acciones corruptas disminuyen, ya que están informados sobre los movimientos y responsabilidades que tienen los demás.
Con todo esto, podemos decir que los empleados son clave para llevar una empresa libre de corrupción, a quienes se les debe proveer con las herramientas necesarias para reconocerlo, evitarlo y sobrellevarlo.
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