Seguramente, has oído aquello de «un trabajador contento es un trabajador productivo». Bueno, para tener trabajadores contentos, debemos ofrecer un clima organizacional saludable como un atractivo adicional al momento de seleccionar personal y como base para retener al talento humano.
Cómo es un ambiente laboral idóneo
Desde Amitai te desvelamos que para que un ambiente laboral resulte saludable debe cumplir con los requisitos que aquí te detallamos:
- Facilitar la interacción entre los empleados y con los superiores. Es decir, la comunicación tiene que fluir vertical y horizontalmente. Así, todos conocen las metas de la empresa y pueden aportar su talento para la solución de algún problema, aunque no sea dentro de su área inmediata de trabajo.
- Debe haber metas claras y alcanzables. Así se evita angustiar a los colaboradores con objetivos imposibles. De igual modo, se promueve que cada trabajador asuma la responsabilidad que le corresponde.
- Reconocer los méritos y aportaciones de los trabajadores; no necesariamente con estímulos económicos. El reconocimiento puede darse también mediante la rotación del personal para generar un mayor dinamismo y favorecer el crecimiento profesional.
- Fomentar el trabajo en equipo, sobre todo para equilibrar las cargas de trabajo. Incluye la formación de equipos interdisciplinarios que aporten ideas desde diversos puntos de vista.
- Contar con un código ético, así como con políticas de cero tolerancia al acoso y el abuso. Esto brinda una sensación de seguridad. También es importante poseer mecanismos de denuncia adecuados, permanentes y al alcance de todos.
- Tener instalaciones adecuadas, lo que puede incluir un espacio para comer y mantenimiento de sistemas indispensables como luz y agua. También debe contar con el equipo y material necesario para que los trabajadores desempeñen sus labores.
- Generar un sentido de pertenencia, promover que los empleados «se pongan la camiseta» y se motiven para alcanzar los objetivos comunes. La identidad empresarial y el orgullo de formar parte de un equipo son el reflejo de un ambiente laboral sano.
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Cuáles son las características de un ambiente laboral nocivo
Como sospechas, en un ambiente laboral nocivo se dan prácticas que pueden derivar en la falta de productividad, la apatía e, incluso, la salida de recursos humanos talentosos en los que la empresa ya ha invertido. Por ejemplo:
- Se mantiene una relación vertical, basada en la jerarquía, sin que se permita el intercambio de opiniones o información entre áreas. Aquí, la información es limitada y poco clara para los miembros que se encuentran en los estratos más alejados de los líderes, de modo que no saben si su trabajo es útil.
- Se desconocen las metas, visión y misión de la empresa, lo que hace que los colaboradores se limiten a hacer el trabajo que se les asigna. Y siempre dentro de un espacio limitado de responsabilidad, negándose a dar ese extra necesario para la innovación y el crecimiento, tanto a nivel personal como de la empresa.
- Se percibe inseguridad, tanto laboral como física o psicológica. No se investigan o sancionan las prácticas abusivas y se desalienta la denuncia.
- No promueve la retroalimentación del trabajo realizado, de modo que la plantilla desconoce si su trabajo estuvo bien o mal, con lo que no puede mejorarlo.
- Existe desigualdad en la distribución de las cargas de trabajo. Se favorece a una persona en particular y esto puede afectar a otra.
- No hay equidad en cuanto a sueldos y beneficios para colaboradores que realizan un trabajo similar, incluyendo las desigualdades por cuestión de sexo.
Al garantizar un clima organizacional sano, obtienes importantes ventajas económicas y sociales. Un entorno así fomenta la efectividad y la productividad, mejora la imagen de las empresas, ayuda a evitar conflictos, crea trabajadores motivados y brinda seguridad laboral.