En la actualidad, el conocimiento es considerado un recurso importante para una empresa y su administración se ha vuelto imprescindible para alcanzar el éxito. En este sentido, la gestión del conocimiento es el conjunto de elementos capaces de distribuir esa información intelectual entre los miembros de una empresa para generar valor. Pero ¿a qué nos estamos refiriendo? Te lo mostramos a continuación.
Elementos clave para la óptima gestión de saberes en una compañía
- Intercambio de conocimiento como un hábito. Antes de preocuparte por generar una «cultura de la innovación», ocúpate de instalar una de «intercambio de conocimiento» como un hábito en tu empresa. Si estableces los mecanismos adecuados, podrás generar el entorno ideal para que florezca la innovación. Lo ideal es reconocer y recompensar a aquellas personas que comparten el conocimiento con otros. Como sugerencia, reduce al mínimo la rotación de personal y genera espacios de diálogo de forma consciente y permanente.
- Programas de consejeros o líderes. El intercambio de saberes requiere del contacto continuo entre «personas que conocen». Asignar un consejero o líder te servirá para que el personal nuevo, los más jóvenes o aquellos que requieran adquirir nuevas experiencias, se beneficie del conocimiento de los más experimentados.
- La tecnología. Para lograr una mayor transmisión de las diferentes experiencias y que estas no se queden centradas en algunos miembros, aumenta el uso de las tecnologías. A nivel de información, esto reducirá costos y mejorará el uso y la transmisión del conocimiento. Por otra parte, a nivel de estructura, tendrá un buen efecto en el intercambio de saberes y en las relaciones personales de los miembros. Por último, en el aspecto comercial permitirá la disminución de costos logísticos, facilitará la comunicación con los clientes y optimizará la imagen de la marca.
- Trabajo en equipo. Cuando el funcionamiento de la empresa está basado en las capacidades particulares, el conocimiento de la organización es la suma de los saberes individuales. Sin embargo, cuando la compañía funciona con verdaderos equipos, su capacidad es muy superior por la ganancia producida por los intercambios, la creatividad y el efecto de sinergia. Recuerda, en un grupo las contribuciones personales aportan, mientras que en un equipo tienden a multiplicarse.
- Capacitación. El conocimiento debe administrarse con el mismo cuidado que los capitales económicos, y la capacitación y formación continua es la oportunidad perfecta para ampliar las habilidades de las personas que integran tu empresa. Este elemento te permitirá motivar, cambiar conductas, desarrollar capacidades, conducir a la empresa al proceso de cambio para incorporar nuevas tecnologías, producir mejoras en la gestión y generar un buen ambiente laboral.
- Innovación. El cambio cultural implica una mentalidad renovada y existen muchas acciones que unen la administración del conocimiento con la innovación. Este aspecto involucra la identificación de ideas, lograr que se transfieran y que evolucionen hasta que se transformen en nuevos procesos. Esto es precisamente una de las finalidades de la gestión de saberes.
- Revisión constante. ¿Cómo puedes saber si tu inversión en administración del conocimiento está funcionando? La respuesta está en la revisión y valoración. Cuando creas indicadores efectivos y realizas un seguimiento de las métricas en torno a la gestión, es posible efectuar una evaluación exitosa de los beneficios del sistema implementado.
La administración de saberes presentes en tu empresa es un proceso que implica obstáculos para los encargados de la cultura organizacional por los altos costos de la implementación, los posibles problemas de motivación y la resistencia al cambio de los colaboradores involucrados. Si bien es cierto que esto podría desmotivar a la organización de su uso, debes pensar que a través de su implantación se invierte directamente en el principal recurso de tu empresa: el capital intelectual.
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