Los valores y principios son necesarios para la estructura social de una comunidad. En el ámbito laboral, este tema es muy importante para garantizar un orden, así como también el funcionamiento de todas las áreas y/o cumplimiento de los trabajos que los empleados de la misma desempeñan. En este artículo podrás aprender más acerca de los beneficios que aporta la honestidad laboral.
La honestidad como política principal de la empresa
Con un equipo de trabajo honesto se mejoran considerablemente las labores diarias. Las empresas son como un enorme reloj, cada empleado representa un engranaje del mismo y solo el trabajo en equipo podrá hacer funcionar dicho aparato. En este ejemplo, la honestidad representaría el mecanismo y las conexiones que unen a todos los engranajes como parte de un todo.
Este elemento social va de la mano con el compromiso, los dos se complementan mutuamente en el campo laboral. Así, es fundamental que los directivos de una empresa se comprometan con las necesidades y expectativas de sus trabajadores, pues un empleado contento supone honestidad en el trabajo realizado o a realizar. Adicionalmente, la honestidad de los empleados supone para la empresa:
- Una mejora en la productividad y el desarrollo de las actividades.
- Una resolución rápida de problemas gracias a la comunicación de cualquier error cometido.
- Una fuerte y estable confianza. Ya que muchas veces los empleados tratan directamente con productos o información de la empresa, la honestidad erradica hurtos e inconvenientes.
- Una integridad ética por parte del personal se traduce en el comienzo, la ejecución y finalización de las actividades propuestas.
No todo queda de parte de la empresa, también es indispensable contar con empleados responsables. Es casi imposible dirigir una empresa y al mismo tiempo prestar atención a todos los problemas que en ella se generan, por lo que si existe un empleado problemático dentro de nuestra organización, es imperativo una denuncia anónima para solucionar el asunto. Aunque las buenas acciones deben felicitarse, en este caso resulta mejor mantenerlo discreto para no generar conflictos éticos entre el personal.
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El éxito definido como una virtud merecida
Cada empresa se preocupa principalmente por el desarrollo específico de las especialidades que estas ofrecen al mercado laboral, el lograr impactar y acarrear ingresos extenuantes de forma rápida es considerado como “tener éxito” por los directivos de la misma. Pero este estado de “éxito relativo” puede desmoronarse rápidamente si los cimientos de la empresa no conservan sus valores.
¿Cómo puedes lograr un éxito estable?
Si bien las ganancias suponen el cumplimiento del objetivo de la empresa, es necesario mantener dicho estado, el cual se logra con un equipo de personas honestas. Para alcanzar esta meta igual de importante debes cumplir 3 estándares principales:
- Buen ejemplo: Ningún empleado se tomará en serio su trabajo si sus superiores no lo hacen. Lo mismo sucede con el respeto, por lo que para dirigir a un personal correctamente es necesario asegurarse de que la jerarquía superior muestre virtudes y profesionalismo en el campo.
- Empatía: Pese a ser superior el cargo que ejercen ciertos empleados, no dejan de ser lo descrito, por lo que es preciso fomentar la amabilidad, el compañerismo y la solidaridad dentro de la empresa.
- Honestidad: Sin duda, la parte más crucial de los cimientos de cualquier empresa. A raíz de la honestidad surgen el respeto, el trabajo en equipo, la empatía, la integridad y muchas más virtudes que apoyan la creación de un vínculo en el trabajo que garantiza el éxito social, lo que, efectivamente, debería ser la meta principal de cualquier empresa.
La estructura y composición de una sociedad libre, pero responsable, se debe a los valores. Los mismos te enseñan a convivir, comprender y, aún más importante, a entender que todos merecemos un sincero respeto.